Minas de Potosi - Uyuni: pueblo fantasma






Ayer estuvimos en el pueblito de Potosí, donde están las minas de plata y estaño del mundo. Nos vestimos de mineras, con casco, botas, lucecita y ropa de mineras. nos metimos mas de 2 km adentro de la montaña, activa!! Al principio fue peor que esos trencitos del terror de Italpark. Estaba todo oscuro, con barro, tubos a los costados que largaban oxigeno cada tanto y las vías para los carros que cada tanto pasaban con mas de una tonelada de piedras y minerales. Mucha adrenalina porque de repente teníamos que subir por túneles re angostos. Cuando escuchábamos que venía uno de esos carros bajando teníamos que correr a mil para atrás, así no nos atropellaba el carro. esas corridas rozaban el limite de pánico, sobre todo para Caro y Luli que tenían la pierna mal por unas caídas en bicicleta días atrás- Por suerte no nos pasó nada, pero las minas son realmente un infierno. Son miles de túneles oscuros:y vos. A veces son tan chicos los huecos que hay que cruzarlos gateando y tratando de no golpearte tanto la cabeza.
Adentro de las minas corren leyendas, como la de que afuera esta Dios y adentro Lucifer.. Es mas, hay un "Ídolo" de barro , adentro de la mina, donde los mineros le dejan ofrendas para que les haga descubrir plata.. los proteja de los derrumbes y demás.- Salimos sanas y salvas, recorrimos el pueblo de Potosí y nos tomamos un bondi para Uyuni.
El bondi se atrasó bastante y llegamos con lluvia, a la noche.. a este pueblo de mala muerte que no tiene NADA. Por suerte éramos 4 mujeres y un varón que estaba en la misma que nosotras, buscando alojamiento. Parecía un pueblo fantasma.. las avenidas anchas, como para 30 caballos en fila, pero VACIAS. Apenas iluminadas. En una esquina, varios borrachos, perros comiendo basura.. frío. Tocábamos las puertas de todos los hosteles y no había lugar en ningún lado. Éramos con San José y María tocando puertas y nadie nos dejaba entrar!!! Bastante miedito.. De repente , a lo lejos, vimos un hotel q parecía abandonado. Nos arriesgamos, fuimos, tocamos 2 veces el timbre y como nadie atendió, abrimos la puerta. Estaba abierta!! 3 pisos de silencio y apenas iluminados. Decidimos que nos tiraríamos en el piso a dormir. Hasta que se escuchó una voz femenina.
- Que quieren señoritas'? No hay lugar. . -dijo una boliviana re dormida, desde un piso.
La convencimos como si fuéramos cartoneras, de que nos deje un poco de su PISO para dormir. Finalmente nos dejó, tiramos nuestras cosas y ahí dormimos, escuchando la tormenta afuera ¡¡Ahora nos estamos yendo 3 días a los salares de Uyuni! Chauuuuu

Comentarios